En los últimos años, para ganar la Milán-San Remo, la primera gran clásica de la temporada ciclista, en general era necesario lograr una excelente subida o una brillante bajada de Poggio, la empinada cuesta situada a unos diez kilómetros de la meta. El sábado 18 de marzo, el holandés Mathieu Van der Poel hizo las dos cosas para ganar en solitario, quince segundos por delante de otras tres estrellas del pelotón: el italiano Filippo Ganna (2mi), el belga Wout Van Aert (3mi) y el esloveno Tadej Pogacar (4mi).
Al ganar en San Remo, Van der Poel añade un tercer “Monumento” a su lista, el nombre que se da a las carreras de un día más prestigiosas, tras sus éxitos, en 2020 y 2022, en el Tour de Flandes. Simbólicamente, el holandés también ganó el mismo evento que su abuelo, Raymond Poulidor, 62 años después que él. “Hoy estuve en mi mejor momentoexplicó el líder del equipo Alpecin-Deceuninck tras su victoria. Me he centrado en esta carrera durante mucho tiempo. »
Las aceleraciones de Pogacar
Van der Poel se ha situado a la cabeza de la carrera en el Poggio tras las aceleraciones impulsadas por Tadej Pogacar y sus compañeros de equipo de la formación UAE Emirates. El ganador del Tour de Francia 2020 y 2021 colocó un primer ataque a 8 kilómetros de la meta. Su segunda ofensiva, 1,4 kilómetros más larga, hizo resquebrajar a todos sus perseguidores, a excepción de Filippo Ganna, Wout Van Aert y por tanto Mathieu Van der Poel. Entonces, cuando podías imaginar a estos cuatro hombres llegando juntos a la línea de meta, Van der Poel pasó a la ofensiva, a pocos hectómetros de la cima de Poggio, cuando todos los cuerpos y corazones estaban en rojo.
Pasando la cabina telefónica, que marcaba el inicio de la serpenteante bajada hacia San Remo, el holandés se adelantó 5 segundos a sus perseguidores. Sin cejar nunca en sus esfuerzos, el que es también campeón del mundo de ciclocross ha ido haciendo fructificar poco a poco este pequeño capital mostrando una gran habilidad para descender la pendiente y realizar varias curvas cerradas. “No podía imaginar un escenario mejor, señaló Van der Poel. Quería atacar al final de Poggio. La forma en que lo hice superó mis expectativas. »