La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha expresado su intención de evitar la imposición de aranceles recíprocos a Estados Unidos, aunque ha aclarado que no descarta esta opción si las circunstancias lo requieren. Durante una conferencia en la que abordó la situación económica y comercial del país, Sheinbaum destacó que su administración busca, en la medida de lo posible, llegar a un acuerdo con el gobierno de Estados Unidos antes de aplicar cualquier medida arancelaria.
El reciente conflicto comercial entre ambos países ha generado tensiones adicionales, especialmente debido a las medidas adoptadas por la administración de Donald Trump, quien ha impuesto una serie de aranceles sobre productos mexicanos, como el acero, el aluminio y algunos vehículos. Estas tarifas han afectado directamente a sectores clave de la economía mexicana, generando un importante déficit comercial con su vecino del norte.
Sheinbaum, al mencionar la opción de establecer aranceles equivalentes, destacó que, aunque le sería fácil imponer un arancel del 25% en bienes como el acero y el aluminio, esto afectaría de manera adversa a los consumidores en México, ya que elevaría los costos de dichos productos en el mercado nacional. Asimismo, mencionó que México ya tiene un déficit comercial con EE.UU. en áreas como la industria automotriz, lo cual empeoraría la situación económica del país si se impusieran estas tarifas.
La mandataria mexicana también destacó que, aunque el gobierno mexicano podría responder con medidas similares a las que Estados Unidos ha implementado, su preferencia es continuar con el diálogo y las negociaciones para evitar una escalada de medidas proteccionistas que perjudiquen tanto a los consumidores como a las industrias nacionales. En este sentido, Sheinbaum indicó que el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, viajará a Washington para seguir con las conversaciones comerciales y explorar posibles soluciones que beneficien a ambas naciones sin recurrir a medidas tan drásticas.
Es fundamental destacar que, aunque el Acuerdo entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) resguarda ciertos productos de los aranceles establecidos por Estados Unidos, todavía hay ámbitos vulnerables que han sido afectados por tarifas, como la industria del acero y la del automóvil. En este escenario, el gobierno de México ha manifestado su voluntad de dialogar para encontrar soluciones que amparen tanto a la industria local como a los consumidores, sin dañar la relación comercial con su mayor socio.
Las autoridades de Sheinbaum han destacado la relevancia de proteger la competitividad de las compañías mexicanas a nivel internacional. Por ello, aplicar aranceles recíprocos es visto como una última opción. Si bien no se descartan totalmente estos aranceles, la mandataria mexicana ha expresado que su opción preferida es alcanzar un entendimiento que permita resolver los conflictos comerciales sin causar más perjudicios a la economía nacional.
Este enfoque refleja la complejidad de las relaciones comerciales entre México y Estados Unidos, especialmente en un contexto de tensiones globales y políticas proteccionistas impulsadas por la administración Trump. A pesar de las dificultades, Sheinbaum mantiene su compromiso de proteger la economía mexicana a través de la diplomacia y la negociación, evitando lo que podría convertirse en una guerra arancelaria perjudicial para ambas economías. La situación sigue siendo un tema central en la agenda política de México, donde las autoridades continúan buscando soluciones que favorezcan el desarrollo económico y las relaciones bilaterales con Estados Unidos.